Arévalo, gastronomía e historia en la villa de Isabel la Católica

Castillo de Arévalo con el cielo azul

Situada al norte de la provincia de Ávila, con sus casi 8000 habitantes es la segunda localidad más poblada de la provincia después de la capital. Arévalo es la capital de la comarca de la Moraña o Tierras de Arévalo. Comarca caracterizada por sus paisajes de campos ondulantes de cereales y cuna de ilustres personajes como Isabel la Católica o san Juan de la Cruz.

Arévalo es conocido con el sobrenombre de ciudad de los Cinco Linajes, ya que era gobernada al mismo tiempo por los Cinco Linajes: Briceños, Montalvos, Sedeños, Tapias y Verdugos. También se la conoce como ciudad o villa mudéjar por la amplia arquitectura mudéjar castellana que se puede apreciar en su conjunto monumental.

Al igual que la mayoría de las localidades formadas durante la Edad Media al sur del río Duero, se encuentra ubicada entre dos ríos que ayudan a la defensa de la villa. Los ríos Adaja y Arevalillo recorren esta ciudad a ambos márgenes, uniéndose en la zona donde se sitúa el castillo.

Calle de Santa Maria en Arévalo
Calle de Santa Maria
Iglesia de Santa María en la plaza de la villa en Arévalo
Iglesia de Santa María en la plaza de la Villa

El casco antiguo de Arévalo está declarado bien de interés cultural. Y no es de extrañar ya que se respira historia en cada paso que das y en cada rincón que visitas.

Arévalo presume de haber acogido a ilustres personajes de nuestra historia, tales como la reina Isabel I de Castilla  (la Católica) o el religioso San Ignacio de Loyola. Este último, que si bien nació en el municipio guipuzcoano de Azpeitia, pasó al menos 11 años de su juventud en Arévalo.

A pesar de que la reina Isabel nació en el vecino Madrigal de las Altas Torres, pasó gran parte de su infancia y juventud en Arévalo refiriéndose a lo largo de su vida a dicha localidad como su villa.

PASEO POR CASCO HISTORICO

Siempre que llego a Arévalo voy con el coche a la plaza del Arrabal, donde hay bastante estacionamiento y suele ser sencillo aparcar. 

En este punto, se puede visitar la iglesia de Santo Domingo, que es la más importante de Arévalo. Dicha iglesia fue construida en torno al siglo XIII fuera del recinto amurallado de la villa de Arévalo, en el arrabal sur, lugar donde se asentaron las minorías étnicas judía y musulmana.

Se trata de la parroquia principal de la villa. En su interior, alberga la imagen de la Virgen de las Angustias, patrona de Arévalo y su tierra; así como las reliquias e imagen de san Victorino Mártir, patrón de Arévalo. En el interior contrastan sus paredes blancas con sus retablos dorados

Nuestra Señora de las Angustias, patrona de Arévalo
Nuestra Señora de las Angustias, patrona de Arévalo
Interior de la iglesia de Santo Domingo en Arévalo
Monumento al cochinillo en Arévalo
Monumento al cochinillo en plaza Arrabal

Antes de abandonar la plaza del Arrabal, os recomiendo hacer una visita al monumento al cochinillo. El cochinillo asado o tostón como aquí le llaman es el plato estrella sin duda de la gastronomía arevalense.

Y hablando de comida, este es uno de los motivos principales de mis visitas a este rincón de la provincia de Ávila. Siempre que viajo de Galicia a Madrid o viceversa, aprovecho la cercanía de la A-6 para deleitarme en los excelentes restaurantes de Arévalo con los estupendos productos y platos.

Muy próxima a esta plaza, se encuentra la calle Figones donde están algunos de los restaurantes más conocidos de Arévalo. Entre ellos, destacan el asador Las Cubas, Siboney y La Pinilla.

Asador Las Cubas de Arévalo
Asador Las Cubas y cochinillo
Restaurante La Pinilla en Arévalo
Cochinillo o tostón de Arévalo
Cochinillo o Tostón de Arévalo

Con la barriga llena y las energías renovadas, es hora de pasear y mi propuesta es empezar por la puerta o arco de Alcocer que nos dirige hacia la plaza del Real donde se encuentra el ayuntamiento.

La puerta o arco de Alcocer era la puerta principal de la muralla, a día de hoy es la única que se conserva. Popularmente también se le llamó arco de la cárcel ya que albergó la cárcel local durante varias etapas.

Arco de Alcocer en Arévalo
Arco de Alcocer y estatua de Isabel la Católica.

En la plaza del Real se encontraba antiguamente el palacio conocido como Casas Reales de Arévalo. Mandado construir durante el reinado Enrique II de Castilla, también conocido como Enrique II de Trastámara, fue el lugar donde pasó su infancia la reina Isabel la Católica junto a su madre y hermano.

Hoy, por desgracia, no queda ni rastro de este palacio y la plaza se ha modernizado completamente, perdiendo cualquier rastro del pasado.En la plaza actual, destaca el edificio del ayuntamiento y el templete que se encuentra en el centro. 

Plaza de Real y ayuntamiento de Arévalo
Plaza de Real y ayuntamiento de Arévalo.

Desde este punto, recomiendo coger la calle Santa María y admirar las ruinas del palacio de los Ballesteros y del palacio de los Sedeño. Es nostálgico apreciar unas construcciones tan bellas y valiosas en una situación tan ruinosa.

Bajando por la calle veremos en todo momento la torre de la iglesia de Santa María la Mayor, como un faro de interior que nos dirige hacia la hermosa plaza de la Villa. Y es que esta torre es la más alta de Arévalo así que se puede apreciar desde muchos puntos de la villa. En tiempos medievales, desde el campanario de esta torre se daban las campanadas de la queda, con las cuales se abrían o cerraban todas las puertas de la muralla para el toque de queda. En la actualidad, se recuerda este hecho durante las ferias medievales que se celebran anualmente en Arévalo. Aunque en época de Covid,  este concepto de toque de queda nos suena bastante.

Mención aparte merece el impresionante ábside mudéjar, de forma semicircular y decorado por arcos de medio punto, que se puede disfrutar desde toda la plaza. 

palacio de Ballesteros en Arévalo
Ruinas de la fachada del palacio de Ballesteros
iglesia de Santa Maria la Mayor en Arévalo con la plaza de la Villa
Casa de los Sexmos e iglesia Santa María la Mayor con su ábside mudéjar

Justo al lado de la iglesia de Santa María la Mayor, se encuentra la casa de los Sexmos. De gran importancia en la historia ya que en este lugar, se produjo la ratificación del tratado de Tordesillas en julio del año 1494 por parte de los Reyes Católicos.

En esta casa se alojaban y se reunían los sexmeros así como se almacenaban los bienes de la Tierra. Para entender los conceptos de sexmo y sexmero, es necesario saber que el sexmo era una división administrativa medieval castellana y sexmero se llamaba al encargado de los negocios y derechos de dicho sexmo. 

Los sexmos eran creados por la necesidad de asociación de los pueblos para la mejor defensa de sus intereses. Fueron fomentados por la política de los reyes de Castilla, especialmente por los Reyes Católicos, para combatir el poder abusivo de la nobleza.

Conociendo un poco mejor la historia e importancia del lugar donde nos encontramos, recomiendo siempre admirar y disfrutar de una de las plazas más bellas de Castilla y León. Es un hermoso ejemplo de arquitectura popular castellana medieval. No dejéis de fijaros en los hermosos soportales con columnas tanto de piedra como de madera a lo largo de las casas de la plaza. Casas con fachadas de entramados de madera y ladrillo tan característicos de esta zona y que tanto me gustan.

A diferencia de otras plazas españolas, en esta se respira paz y tranquilidad. No hay negocios ni ruido así que te sientes como si te hubieses desplazado hasta la España medieval.

Construcciones típicas castellanas en la plaza de la Villa de Arévalo

Al otro lado de la plaza, nos encontramos la Iglesia de San Martín o la de las “Torres Gemelas” de Arévalo. Esta iglesia fue construida en torno al siglo XII, previsiblemente por el linaje de los Tapia como lugar de reunión y enterramiento. La torre mudéjar de “los ajedreces” es la más antigua, se cree que es de una fecha cercana a la fundación del templo original. Por su forma y construcción se cree que pudo haber sido el minarete de la mezquita contigua, ya que por esa época los árabes convivían en estas tierras con judíos y cristianos.

plaza de la villa de Arévalo
Iglesia de san Martín en Arévalo

Al lado de la iglesia de san Martín se encuentra una hermosa fuente conocida como la fuente de los cuatro caños. No sé si todavía se utiliza porque siempre que yo he ido a Arévalo, no salía agua de ella.

Fuente de los cuatro caños en la plaza de la Villa de Arévalo
Fuente de los cuatro caños

Detrás de la iglesia de San Martín, se encuentra la iglesia de san Nicolás. Esta iglesia fue el colegio jesuita de Arévalo y se fundó en 1579. La iglesia que hoy vemos es resultado de un proceso reformador con papel protagonista del arquitecto jesuita Pedro Mato. 

Iglesia de San Nicolas en Arévalo
Iglesia de San Nicolas

Para llegar a nuestra siguiente parada, debemos regresar a la iglesia de Santa María en la plaza de la Villa y de ahí bajar por la calle de Santa María al Picote para llegar al castillo. Otra de las paradas imprescindibles si te encuentras en Arévalo.

Puerta del número 32 de la calle Santa María al Picote
Curiosa puerta en la calle Santa María al Picote

El castillo de Arévalo fue mandado construir a mediados del siglo XV por don Álvaro de Zúñiga, duque de Arévalo. Esta fortificación se levantó sobre los restos de una antigua puerta del recinto amurallado del siglo XII.

Su importancia arquitectónica se encuentra en su avanzado diseño, considerado modelo de transición entre los castillos medievales y las fortalezas defensivas de siglos posteriores. Destaca su torre del homenaje, circular mudéjar, que todavía sigue siendo lo más reconocible a día de hoy.

Baluarte defensivo del siglo XV, sus muros y estancias sirvieron largos años como residencia de nobles, prisión e incluso cementerio. Abocado al olvido como muchas de las construcciones históricas españolas, su destino cambiaría radicalmente cuando en 1952 fue adquirido por el Estado y en su interior se instaló un silo para el almacenamiento de cereales.

A día de hoy, en su interior encontramos una exposición permanente dedicada a la agricultura y al cultivo de cereales

castillo de arevalo
Castillo de Arévalo
vista del castillo de Arevalo

Desde el castillo, podemos bajar a la zona próxima donde se encuentran el arco y el puente medieval de Medina. Este arco marca la entrada de la villa, de estilo neoclásico y construido en ladrillo. En él, podremos encontrar el escudo de Arévalo hecho en granito. Cabe destacar que se trata de un arco conmemorativo que fue construido en 1769.

Sobre el río Arevalillo, el puente medieval de Medina es una construcción del siglo XIV,. De origen mudéjar, está compuesto por tres arcos apuntados con forma de ojiva . Se trata de una de las obras civiles más importante de la villa, siendo uno de los accesos principales a Arévalo.

Puente mudéjar de Medina en Arévalo
Puente mudéjar de Medina.
Arco de Medina en Arévalo
Arco de Medina y puente
Arco de Medina

Muy próxima al conjunto del arco y el puente de Medina, se encuentra la iglesia de san Miguel. Templo construido entre los siglos XII y XVI por el linaje de los Montalvo, cuyo escudo es visible en sepulturas y en el archivo interior de la iglesia. Tiene una única gran nave, una torre y un espectacular retablo. Su torre aparece desmochada y terminada en ladrillo ya que cuando se construyó quedó más alta que la torre de Santa María la Mayor. Siendo esta última la iglesia real, no se permitió que ninguna la superase en altura.

Muy próxima a la plaza del Arrabal, encontramos la iglesia de san Juan Bautista o de los Reyes. Esta iglesia se encontraba adosada a la muralla de Arévalo.

iglesia de san Miguel
Iglesia de san Miguel
iglesia de san Juan Bautista en Arévalo
iglesia de san Juan Bautista

En la plaza Salvador, nos encontramos una réplica de la Marrana Cárdena que recibe este nombre porque el original se encontraba en el palacio de los Cárdenas. 

La zona de Ávila estuvo habitada por una tribu celta llamada los vetones. Una de sus creaciones artísticas más conocida son los verracos. Acerca de estas esculturas zoomorfas de piedra no se conoce exactamente su uso aunque existen diversas teorías. Por un lado, se cree que delimitaban terrenos dedicados al pastoreo; por otro, que pudieran tener un significado místico o religioso de culto a los muertos o ritos funerarios o incluso ser un exvoto u ofrenda.

Marrana Cardena en la plaza del Salvador en Arévalo

A dos kilómetros de Arévalo, se encuentra la iglesia de Santa María de Gómez Román conocida popularmente como La Lugareja. Se trata del mejor ejemplo de arte mudéjar de toda la comarca. Es una iglesia que perteneció a un monasterio de monjas cistercienses y es obra inacabada, aunque a pesar de ello parece que sus formas y decoración están calculadas para ensalzar su belleza.

ermita de la Lugareja

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