San Martín es la primera iglesia documentada en 1066, pero al parecer, no la más antigua de la villa. También existía una ermita bajo la advocación de Santiago, hoy desaparecida, que era también la capilla del hospital del mismo nombre.
El estilo del templo representa la plenitud del modelo Jaqués, edificada con un claro programa y sin interrupciones, lo que se aprecia en la coherencia de sus volúmenes. Junto con la de Santiago de Compostela, San Isidoro de León y Jaca, representa la cumbre del arte románico español del s. XI.
Todos estos edificios muestran una relación y guardan un mensaje que sólo los maestros canteros de aquella época conocen y transmitieron a lo largo del Camino de Santiago gracias a estas maravillas arquitectónicas.
A caballo entre el s. XIX y el XX, San Martín fue desmontada piedra a piedra y reconstruida de nuevo por Manuel Aníbal Álvarez, eliminando estructuras añadidas, reconstruyendo partes desaparecidas, e inventándose alguna zona nueva.
Se dice que parece como “recién hecha» de lo eficiente que fue esa intervención; pero ello no le resta en absoluto ni un ápice de su belleza natural que nos muestra muy claramente cómo debió de ser el edificio en origen.
Realmente es un faro peregrino de dos torres simétricas que nos saluda y te despide al atardecer y al albor de las mañanas con la salida de los peregrinos.
Espero que la curiosidad os haga visitar esta maravillosa villa y descubráis por vosotros mismos sus iglesias con San Martín a la cabeza. Además si lo hacéis caminando, saborearéis de primera mano el ambiente peregrino que regala.
Hola Rubén,
Qué buena recopilación de lugares y que buenos blogueros para descubrirnos Castilla y León. Veraneé en León ciudad durante muchos años y siempre aprovechábamos para ir conociendo nuevos sitios pero ya he tomado nota de lugares como Berberana o Frómista. Y me encantaría hacer una ruta sólo visitando los castillos…Es una comunidad llena de atractivos y planes para todos los gustos 🙂
¡Un saludo!
Confieso que a mi Castilla-León me llama. Igual es porque llevo mucha sangre zamorana en mis venas. Antes iba con cierta frecuencia a Zamora, pero hace al menos 4 años que no voy por allí. Me gusta mucho esa tierra fría, de gente seria y procesiones sobrias. Entre las provincias, todas tienen su encanto, pero Palencia me parece muy especial, tanto como olvidada. Buena recopilación, una invitación a conocer esta parte de España.