Ocho lugares impresionantes para escaparte en 2018

Si todos los viajes son especiales, sea cual sea el destino, hay lugares que marcan sin remedio. Son espacios que, distribuidos en un eje lineal entre cultura y naturaleza, fascinan, asombran, sobrecogen, transmiten su energía. Que no dejan indiferente a nadie.

No caben paños calientes: 2018 no será por completo un camino de rosas. Habrá épocas bajas, proyectos que no salgan, reveses, incluso viajes que dejen un poso de fatiga física. Para entonces, lo mejor será buscar lugares en los que perderse, evadirse y recargarse. Porque, a veces, es necesario perderse para encontrarse y continuar.

Después de recomendarte los cinco países y ciudades que considero, por distintos motivos, esenciales para este año, hoy te propongo ocho lugares sobrecogedores en los que podrás perderte (o encontrarte) durante 2018. Porque, como diría Jimmy Liao, todos necesitamos, alguna vez, escondernos en un rincón del mundo. Ahí van mis ocho rincones preferidos.

UN CASTILLO DE CUENTO PARA UN REY LOCO: NEUSCHWANSTEIN

Cerca de la frontera alemana con Austria se encuentra esta impresionante construcción de formas esbeltas que parece sacada de un cuento. Enclavado en una colina y rodeado de lagos, las montañas que rodean al imponente castillo de Neuschwastein y el hielo y la nieve que lo acompañan durante el invierno le dan un aspecto mágico.

La construcción que planeó el conocido como ‘rey loco’ para vivir refugiado en el bosque en un castillo de cuento es una visita recomendable desde la ciudad de Munich, situada a poco más de 100 kilómetros. Del mismo modo, si queremos completar la panorámica del corazón cortesano de Baviera, en las proximidades se encuentra el también impresionante Castillo de Hohenschwangau.

Para tener una foto de postal de este castillo, el mejor rincón está sobre Marienbrücke (Puente de María), mientras que el ascenso hacia él te permitirá observar una preciosa vista del valle. Con importantes colas de acceso en determinadas épocas, es recomendable reservar la entrada de forma anticipada vía online.

LA MORADA PERDIDA DEL GRAN JAGUAR: TIKAL

La impenetrable selva guatemalteca alberga uno de los mayores yacimientos arqueológicos y centros urbanos de la civilización maya, las ruinas de Tikal, cuyos majestuosos templos emergen entre la vegetación como dignos testigos de su glorioso pasado.

Los largos senderos que conducen a los distintos templos son de una dimensión tal que, a pesar de los visitantes, es un complejo bastante solitario, en el que pasear y disfrutar como un explorador. La vegetación circundante, con monos aulladores emitiendo su característico sonido, te hace sentir en medio de la jungla.

Parte liberado, parte aún prisionero de la selva, el complejo sorprende por la altura de sus pirámides y por su impresionante plaza central, rodeada de templos, que supone el auténtico corazón de esta ciudad ceremonial.

Disfrutando de la paz de estas ruinas, es recomendable ir pertrechado de un chubasquero del que echar mano cuando, de un momento para otro, el cielo se torne gris y la lluvia torrencial haga acto de presencia, para dar paso después a un hermoso cielo azul.

EL LIENZO ROCOSO DE LA EROSIÓN: CAPADOCIA

En plena región de Anatolia Central se dibuja el perfil de uno de los paisajes más mágicos del planeta, las delicadas formas de la Capadocia. Como si de un cuento de hadas se tratase, la erosión del viento en este lugar desértico, de temperaturas extremas, ha creado caprichosas formas en las rocas

Pero si el paisaje de la Capadocia es inspirador en su superficie, no lo es menos bajo tierra. Bajo los pintorescos pueblos y tierras de cultivo, esta región turca atesora kilómetros de ciudades subterráneas, nacidas gracias a la facilidad para trabajar la piedra.

Su situación, en plena Ruta de la Seda, la hizo blanco de numerosas batallas y ocupaciones que desembocaron en las ciudades subterráneas como mejor modo de protección. Escondidos bajo tierra también se protegieron para rezar los primeros cristianos después de que San Pablo trajese hasta allí la palabra de Dios.

El pueblo de Goreme ofrece el punto intermedio sobre y bajo tierra, con sus hoteles enclavados en cuevas-rocas, en los que despertarte escuchado la llamada del almuecín y contemplando la hermosa estampa de decenas de globos surcando los cielos. Sus iglesias escondidas, especialmente su iglesia oscura, envuelven al visitante con sus impresionantes frescos.

NATURALEZA PURA A ORILLAS DEL CARIBE: TORTUGUERO

El bello litoral Caribe de Costa Rica esconde entre sus joyas el Parque Nacional de Tortuguero, que ofrece al visitante naturaleza en estado puro y cuyas inmensas playas albergan una de las mayores zonas de desove de tortugas del mundo.

La inmersión arranca desde la llegada, en barca, surcando las marrones aguas de sus múltiples canales, que contrastan con el verde intenso del bosque tropical en el que se asienta. En plena naturaleza, puedes encontrarte con multitud de animales, como osos perezosos, tucanes, cocodrilos o monos y, entre julio y octubre, observar el emocionante desove de las tortugas en la playa.

Aunque se trata de una región húmeda y lluviosa, con un poco de suerte, las nubes te permitirán perderte admirando el impresionante cielo estrellado que acompaña sus noches y soñar con sus preciosos amaneceres, como el que se disfruta desde el Mawamba Lodge.

LA COLOSAL GRIETA DEL RÍO COLORADO: EL GRAN CAÑÓN

No importa cuantas veces lo hayas visto en fotografías o lo que te hayan advertido acerca de lo que te sorprenderá: el primer vistazo a la inmensidad del Gran Cañón te dejará totalmente sin palabras y con la sensación de ser un pequeño grano de arena ante su grandiosidad.

La visión de sus cumbres trazadas con tiralíneas en el horizonte, que desencadenan una impresionante paleta de ocres; la perfección del corte de sus montañas, la verticalidad de su caída y el río Colorado, que serpentea el valle perdido en la lejanía, generan una sensación de vacío y emoción difícil de igualar.Desde cualquiera de sus rincones, el Gran Cañón transmite energía y libertad y te otorga un espacio donde desahogarte y dejar a un lado tus penas para encontrarte a ti mismo, ya sea a través de sus rutas de senderismo o contemplando su inmensidad. Con la caída del sol, lo cubre un hermoso manto estrellado.

La joya de la corona del oeste americano, símbolo indiscutible de Arizona, es además una parada intermedia desde la que hacer un tramo de la histórica Ruta 66 o desde el que visitar la espectacular ciudad vecina de Las Vegas.

EL LAGO QUE QUISO SER MAR BLANCO: SALAR DE UYUNI

El Salar de Uyuni, con su interminable capa blanca, es sinónimo de inmensidad, pero también de la soledad que desprende estar en medio de un descomunal lienzo blanco tendido en mitad del mundo.

Con sus más de 10.000 kilómetros cuadrados, es el mayor desierto de sal continuo y alto del mundo, situado a 3.650 metros sobre el nivel del mar. Además de su relevancia a nivel natural y económico, su riqueza paisajística es incuestionable.

Próximo al altiplano boliviano y a sus hermosos lagos, este es uno de los lugares mas icónicos y deseados del planeta y el principal destino turístico de Bolivia gracias a la atmósfera irreal que se respira al estar perdido en su inmensidad blanca.

Su superficie estuvo un día cubierta por lagos prehistóricos que hoy en día dejan paso a decenas de metros de sal en profundidad, un mar liso y brillante del que emergen únicamente islas plagadas de cáctus para romper la perfecta simetría de su impecable superficie.

Sobre el viajero, y para completar su experiencia, el cielo regala atardeceres mágicos que dan paso a otro mar, esta vez de estrellas, donde entrever la inmensidad del universo.

EL TEMPLO QUE VENCIÓ A LA JUNGLA: ANGKOR WAT

La de Angkor Wat es la historia de la estructura religiosa más grande jamás construida, de un templo que, tras su época de esplendor, cayó en el olvido, y al que la jungla intentó, sin éxito, tragarse.

Situado en las proximidades de la actual ciudad de Siem Riep, es el templo central del asentamiento religioso de Angkor, monumento oscurecido por fuertes e imprevisibles lluvias a lo largo de siglos, y máximo ejemplo del imperio jemer en el sudeste asiático.

Este símbolo fundamental de Camboya fue abandonado a finales del siglo XV y las visitas esporádicas no eclosionaron hasta que fue ‘redescubierto’ décadas después, soportando aún victorioso el embate de la naturaleza.

Sus grandes pasillos con relieves, sus columnas y grandes patios y sus características cúpulas emergen de la selva, cuya grandeza puedes disfrutar desde lo alto. Además, la tranquilidad y la paz reinan en un recinto que sigue acogiendo los paseos reposados de los monjes budistas en su típico atuendo naranja.

UN SANTUARIO DE ROCAS CON VISTAS AL MAR: COSTA DA MORTE

La belleza que esconde la oscura denominación de Costa da Morte (Costa de la Muerte) la dibujan las rocas erosionadas por el azote del viento del Atlántico en este rincón del litoral gallego, que se adentra con sus garras en un océano que ha presenciado innumerables naufragios.

Faro de noche en la Costa da Morte

Las escarpadas rocas que sobrevuelan las gaviotas y una orografía complicada, salpicada de faros que acompasan su melodía para guiar a los barcos, conviven con muestras del pasado celta de Galicia, dólmenes y castros que observan a los visitantes desde sus milenios.

Los romanos quedaron prendados de la belleza de esta costa, donde perviven ritos supersticiosos y brujería y que hoy en día sigue enamorando a quien la visita con su mezcla de soledad, naturaleza abrupta y tradición. Además de vistas en ensueño e islas prácticamente ajenas al ser humano, este santuario de rocas con vistas al mar dibuja atardeceres mágicos, en los que el sol se funde con el mar dejando una acuarela de colores.

Al lado del mar cerramos este recorrido por los ocho lugares en los que te recomiendo perderte a lo largo de 2018 para que puedas encontrarte y disfrutar de rincones únicos y experiencias incomparables. A través de continentes, selvas, mares y culturas, estas son mis ocho propuestas para aprovechar cada minuto de este año y buscar tu lugar.

Y tú, ¿ cuál es tu rincón del mundo?

2 Comments

  1. Muy buena colección de destinos. Solo conozco Angkor y Costa da Morte, y me encantaría ir a cualquiera de los que propones. A Turquía tengo ganas de volver ya que nos quedó pendiente Capadocia entre otros lugares de un país que me parece súper interesante.
    Un saludo compañero.

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